BUENOS AIRES.- Los atentados en París no pasaron inadvertidos en el clásico sudamericano que Argentina y Brasil empataron el viernes 1-1 en el estadio Monumental de Buenos Aires, por las eliminatorias rumbo al Mundial de Rusia 2018.
Antes de comenzar el encuentro se llevó a cabo un respetuoso minuto de silencio en homenaje a las víctimas de los ataques. En ese momento, el zaguero brasileño David Luiz, que juega en el París Saint-Germain, elevó los brazos al cielo.
Los otros dos futbolistas que juegan en el conjunto parisino y que estaban en el campo fueron los argentinos Ángel Di María, uno de los mejores del encuentro, y Ezequiel Lavezzi, autor del primer gol del juego.
"Es algo difícil de explicar. Por suerte mi familia no estaba ahí, pero esto debiera dejar de pasar porque muere mucha gente inocente", remarcó Di María. "Estoy preocupado porque, por lo que me enteré, nadie puede entrar ni salir de Francia. Ojalá que se pueda solucionar rápidamente", añadió el ex jugador del Real Madrid.
Al borde del campo y cerca del banco argentino, Javier Pastore, el cuarto jugador del conjunto francés entre ambos planteles, siguió las alternativas del partido, con la incertidumbre de no saber si podrá viajar a Francia en las próximas horas, por el cierre de las fronteras.
El talentoso mediocampista fue desafectado el jueves del plantel argentino por no haberse recuperado de una lesión en el sóleo, por lo que tenía previsto retornar a París para continuar con su recuperación.